-Bienvenidos- dijo-. ¡Bienvenidos a un nuevo año en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero deciros unas pocas palabras. Y aquí están, ¡papanatas! ¡llorones! ¡baratijas!¡ Pellizco!...¡Muchas gracias!

Harry Potter y la piedra filosofal
J.K. Rowling


martes, 7 de septiembre de 2010

Montilla espera un milagro

No sale mal, que no se diga luego
 que es que le tengo manía
        Sigo en la línea de actualidad y lengua. 
      Ayer leía en la Vanguardia online un artículo sobre el  presidente de la Generalitat que me dejó perpleja. Comienza así: ‹‹El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha defendido este lunes la aprobación por parte del Govern de un decreto que obligue a todos los profesores universitarios a tener un nivel de catalán equivalente al C, aunque ha dicho que debe hacerse de tal forma que la lengua no sea un "elemento disuasorio" para que profesores extranjeros vengan a impartir clase en Catalunya.››Ilúmineme, señor Montilla, haga el favor, esa ingeniosa forma para que no sea un elemento disuasorio de la que usted habla... ¿en qué diablos consiste? Porque me parece a mí que pide usted un milagro. 
       Mirad, yo soy la primera defensora de las lenguas, vivas, muertas o en vías de extinción, me es lo mismo. Y en especial, soy una gran hincha de las (muy vivas) lenguas peninsulares porque, en mi opinión, enriquecen la cultura española. Hasta los dialectos me parecen entrañables (no le vayamos a quitar mérito al bable o al valenciano, por favor). Y si por mí fuera, aprendería catalán, euskera y gallego, pero por el momento, tengo que dedicar mi tiempo al inglés, al alemán y si acaso, al francés. El día que ya sea políglota, Dios dirá (soñar es gratis).
      Sin embargo, no entiendo la insistencia del gobierno catalán, así como del vasco, de echar u obstaculizar la entrada a sus respectivas comunidades autónomas en nombre de la lengua. La defensa de la lengua, repito, es muy justa y muy necesaria, pero uno no debe perder de vista que vivimos en un mundo global en que la comunicación es un aspecto fundamental.
      En el País vasco, no hay trabajo para quién no tenga cierto nivel de euskera, lo que en definitiva, significa que no solo los españoles no vascos (y algunos vascos), sino que más del 99% de la población mundial no puede trabajar en Euskadi por mucho que le guste la Concha de San Sebastián o el bacalao que hacen por esas tierras. Eso es ostracismo, señores míos. ¿Y en qué va a ayudar el ostracismo al País vasco en los tiempos que vivimos? Pues en nada. Mi amigo italiano Nicola no habla una palabra de alemán, y ahí está, en Heidelberg, escribiendo su tesis doctoral y trabajando con la lengua internacional, el inglés, y a nadie en Baden-Würtemberg le importa un pimiento si Nicola dice Guten Morgen por las mañanas mientras que haga su trabajo y lo haga bien.
      Ya que hablamos de Heidelberg, conocí allí a una chica alemana que hablaba español a la que le habían dado beca erasmus para estudiar en Barcelona este año y mientras que los había muy ilusionadas con el hecho de irse a Granada, Madrid, Salamanca o a donde fuera, ella mostraba cierta animosidad. Y yo: ‹‹pero si te lo vas a pasar muy bien y Barcelona es una ciudad muy bonita y la gente es muy simpática. Yo tengo  varios amigos de allí.›› A lo que me replica: ‹‹Ya, pero es que no sé catalán.›› Es prejuicio, en realidad, porque en Barcelona la mayoría habla castellano y si ella tuviera alguna duda sobre lo que sea, siempre podría preguntar y no me cabe duda que los catalanes ayudarían de mil amores a una extranjera en la lengua que hiciera falta. El prejuicio, la reticencia de esta chica nace de todos los esfuerzos del bachiller Montilla y compañía por purificarse. ¡Hale! Montilla, siga espantando a la gente, que lo hace usted muy bien.
        Aparte, la defensa del catalán que respalda la el gobierno de Cataluña es en detrimento del español, cosa que no solo no favorece al ciudadano catalán, sino que lo perjudica. El hecho de que un catalán o un vasco sea bilingüe, que hable español además de catalán y de vasco, es una gran ventaja para él. En primer lugar porque el español no se habla solo en España y de hecho, es una lengua en expansión y la tercera más hablada en el mundo después del chino y el inglés. Cualquier catalán o vasco que quiera trabajar en el extranjero el día de mañana, cuenta con un añadido extra a la hora que acceder a un puesto de trabajo. Además, el hecho de ser bilingüe, es decir, de poseer dos lenguas maternas, requiere cierta competencia lingüística que luego se puede aplicar para aprender una tercera o incluso una cuarta y repito, eso, hoy en día, es algo fundamental. ¡Qué daría yo por ser bilingüe!
      Por otra parte, señalo una vez más, la incompetencia y el nivel de estupidez al que llega nuestra clase política, sean catalanes, madrileños o andaluces, tanto da. Igual que en su día se dijo que teníamos que tener el mismo número de ministros que de ministras para no ser sexistas, hoy todos los profesores universitarios en Cataluña tiene que tener nivel C de catalán porque, evidentemente, un catedrático de filología inglesa, hispánica, germana o francesa, precisa de semejantes conocimientos para impartir su asignatura como Dios manda, de la misma manera que una señora, por el hecho de ser mujer, es mucho más adecuada para el puesto de ministra de defensa o de educación o de lo que sea, que un hombre capaz y con experiencia en la materia de la que se trate el caso aunque ella no tenga ni idea. Perdónenme la vida si yo a eso lo llamo sexismo y lo llamo negligencia.
       En mi opinión el problema, o mejor dicho, los problemas internos de Cataluña, Euskadi y los del resto de España que los enfrentan no son culpa de los catalanes, ni de los vascos, ni de los madrileños, los asturianos, los gallegos etc. como nos suelen hacer creer. Tales conflictos son culpa de los gobiernos autonómicos, así como del gobierno de Zapatero y el resto de partidos, que no tienen ni idea de política, que trabajan desde el absurdo la mayor parte del tiempo y tienen la mala tendencia de provocarnos, de enemistarnos los unos con los otros con cosas tan bonitas como las lenguas, malentendidas por ellos porque su auténtica finalidad es la unidad, la comunicación y la apertura. Es una pena.


5 comentarios:

  1. Si yo a tu amiga alemana la entiendo, que en las universidades de cataluña hay profesores que dan las clases en catalán, y no cambian a español porque no les da la gana... eso no es sólo un problema pa ella, es un problema pa cualquiera que quiera ir a esa clase y que no venga de esa esquina del mundo v.v

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  2. Toma ya. Y es cierto, los que vivimos en Euskadi a lo mejor nos tenemos que largar de aquí (a pesar de que nuestra tierra es nuestra tierra y viva la Concha de San Sebastián y el Puppie del Guggenheim) porque nuestro idioma materno en el ESPAÑOL pero en este país parece que eso da por saco. O sabes euskera como si fuese tu lengua materna, o adiós muy buenas. Pues señores, agur eta ondo izan!

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  3. Hola ^^

    ¿Eres Ich? Me suena que eres tú XD pero al igual estoy metiendo la pata ^^U
    Sobre Montilla... qué decir, hace unos años, cuando CIU perdió las elecciones y gobernó por primera vez el PSC, muchos dijeron "por fin, aire nuevo en el parlamento". Pero nadie se esperaba que el PSC sería tan catalanista...

    En fin, resulta paradójico que los que más dicen amar y defender su tierra, son los que más la ahogan.
    Un saludo.

    P.D: Si no te importa, me gustaría seguir tu blog ^^

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  4. Sí, Byron, soy Ich :) Bienvenido. Gracias por pasarte y comentar.

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  5. Ahora se usa cualquier cosa para tener un lío U_U como si fuese tan difícil dejar que convivan las lenguas y cada uno tenga la libertad de usar la que quiera sin que nadie venga a reprocharle nada...
    Es una pena que existan ese tipo de probelmas

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